En la ciudad de Orlando, Bravo Supermarkets se ha consolidado como un referente de emprendimiento, calidad y trabajo comunitario. Gracias a la visión de César Ramírez y el respaldo de su familia, la marca ha dejado una huella imborrable, contribuyendo al desarrollo económico y social de la comunidad hispana en la región, a la vez que ofrece los sabores que nos identifican.
En marzo de 2004, Orlando vio nacer un supermercado que no solo llenaría las estanterías con productos, sino que se convertiría en un símbolo de unidad y compromiso para la comunidad hispana: Bravo Supermarkets. Fundado por César Ramírez, un emprendedor dominicano que había emigrado a los Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades, Bravo se ha destacado por ofrecer una experiencia de compra única, combinando los sabores autóctonos de la comunidad con el profesionalismo y la calidad de las grandes cadenas norteamericanas.
La historia de Bravo comenzó con un sueño: dar a la comunidad hispana de Orlando un supermercado que no solo cubriera sus necesidades alimenticias, sino que también fuera un centro de encuentro. César, con el apoyo de socios como Marino Abreu y Luis Merejo, abrió el primer Bravo Supermarket en el 999 N Semoran Blvd, convirtiéndose rápidamente en un éxito rotundo.
“Un centavo ahorrado es un centavo ganado”, es el lema que César Ramírez ha llevado consigo a lo largo de su carrera, un principio que ha impregnado en cada rincón de Bravo. Su visión empresarial no solo ha impulsado el crecimiento de la cadena, sino que ha fomentado la generación de empleo y el desarrollo económico en la región central de Florida.

Lo que comenzó con una sola tienda, se ha expandido a otras localidades en Florida Central, creando una red de supermercados que se ha consolidado como el mejor vecino en cada comunidad. En esta travesía, la familia Bravo ha jugado un papel clave, desde César hasta su hija, quienes siguen el legado de su fundador con pasión y dedicación.
Pero Bravo Supermarkets no solo es conocido por su éxito empresarial. La marca ha sido un pilar de apoyo social, involucrándose en campañas de beneficencia, desde recolección de alimentos hasta apoyo en tiempos de crisis, como la pandemia de COVID-19 y desastres naturales. La misión de Bravo siempre ha sido más que ofrecer productos, se trata de construir una comunidad más fuerte.
En este viaje, la figura de Mariela Chópite ha sido esencial. Conocida como “Mariela Bravo”, ha sido la encargada de las Relaciones Públicas y Mercadeo, ayudando a conectar la marca con los valores y las necesidades de la comunidad. Mariela, una periodista venezolana, ha sido una pieza fundamental en el crecimiento de Bravo y en la creación de lazos sólidos con empresas locales y organizaciones sin fines de lucro.
La historia de Bravo también es una historia de perseverancia femenina, como la de muchas mujeres que forman parte del equipo. Desde Lucy Batista, quien fue una de las primeras empleadas, hasta Lourdes Dieguez y Arelis Guerrero, mujeres que han sido parte del éxito de Bravo, brindando un servicio impecable y siendo una inspiración para las nuevas generaciones que se unen a la empresa.
A punto de celebrar los 150 años de Orlando, Bravo Supermarkets se enorgullece de ser una de las marcas que ha dejado huella en el desarrollo de la ciudad. En su vigésimo aniversario, la marca mira hacia el futuro con la misma visión de siempre: seguir ofreciendo productos de calidad, brindando empleo y trabajando para fortalecer los lazos de la comunidad hispana.
Dámaso Jiménez